Merz a Lula: "La próxima vez iremos a bailar juntos"

El canciller alemán Friedrich Merz se reconcilió en Johannesburgo con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras la ola de indignación en Brasil por sus declaraciones sobre la metrópoli amazónica de Belém durante la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP30).

"Se abrazaron verbalmente durante 40 minutos", informaron fuentes del entorno de Merz después de la reunión de ambos mandatarios en el marco de la cumbre del G20 en Sudáfrica.

Lula le dio al canciller consejos sobre restaurantes para su próxima visita a Belém y también le recomendó bailes que podría probar. El canciller respondió: "Genial, la próxima vez iremos a bailar juntos".

Merz había participado hacía poco más de dos semanas del inicio de la COP30 en Belém, donde también se reunió con Lula. Tras su regreso a Alemania, hizo unos comentarios sobre la ciudad amazónica, muy pobre, que muchos brasileños consideraron despectivos e insultantes.

"La semana pasada pregunté a algunos periodistas que estaban conmigo en Brasil: ¿A quién de ustedes le gustaría quedarse aquí? Nadie levantó la mano", dijo. "Todos estaban contentos de que, sobre todo, volviéramos a Alemania desde el lugar en el que estábamos", añadió.

Con ello, Merz quería decir sobre todo que considera que Alemania es uno de los países más bonitos del mundo. Sin embargo, en Brasil se desató con algo de retraso una tormenta de indignación.

Lula también intervino. Merz debería haber ido a un bar, bailar allí y probar la cocina local, opinó el presidente brasileño, "porque entonces se habría dado cuenta de que Berlín no le ofrece ni siquiera el diez por ciento de la calidad que ofrecen el estado federal de Pará y la ciudad de Belém".