Wagner también se escucha en el cine: bandas sonoras con acordes de ópera

24.08.2025, 15:39

Por Gregor Tholl (dpa)

El Festival de Bayreuth culmina este martes con la representación de "Parsifal", pero la música de Richard Wagner se pude disfrutar todo el año no solo en salas de ópera y conciertos, sino también desde las pantallas del cine.

Grandes emociones, fuerza dramática, leitmotivs conmovedores: las partituras de Wagner parecen hechas para para tomar un lugar destacado en las bandas sonoras cinematográficas.

Por ejemplo, la marcha fúnebre de "El ocaso de los dioses" aparece en el exitoso film "Capitán América: el primer vengador" (2011). Y la famosa "Cabalgata de las valquirias", que junto con el coro nupcial de "Lohengrin" es una de las melodías más conocidas de Wagner, aparece en el clásico "The Blues Brothers" (1980) durante una persecución.

La "Cabalgata de las valquirias" es el preludio orquestal del tercer acto de la ópera "La valquiria". En su película antibélica "Apocalypse Now" (1979), Francis Ford Coppola escenifica de forma ambivalente la fascinación técnica y el horror físico y psicológico de la guerra de Vietnam, y en realidad de cualquier guerra, con helicópteros, bombas y el sonido trepidante de la "Cabalgata de las valquirias". Un infierno en un paraíso de palmeras.

En una escena del thriller "Promising Young Woman" ("Una joven prometedora", 2020), el film debut de Emeral Fennell, se abalanza la protagonista, interpretada por Carey Mulligan, sobre la camioneta de un hombre acosador y la golpea violentamente con un palo de golf mientras suena "Vorspiel und Liebestod" (Preludio y muerte de amor) de la ópera "Tristán e Isolda".

El cineasta Lars von Trier también se inspiró en "Tristán e Isolda". En su apocalíptico film "Melancholia" (2011), Kirsten Dunst interpreta a una mujer depresiva, Justine, que apenas se preocupa por el inminente fin del mundo debido a la colisión de la Tierra con otro planeta. Von Trier utiliza principalmente el preludio de la ópera: el denominado acorde de Tristán, con su tensión nostálgica, parece resumir a la perfección el deseo de muerte de la protagonista.

Baz Luhrmann ("Moulin Rouge", "El gran Gatsby") demostró una vez más en "Romeo + Juliet" (1996) su capacidad para combinar a la perfección imágenes y música.

Esta interpretación de Shakespeare, que puede considerarse una reflexión sobre la violencia y los medios de comunicación modernos, termina con la famosa situación trágica de los amantes: Romeo (Leonardo DiCaprio) llora la supuesta muerte de Julieta en la cripta y bebe veneno. Julieta (Claire Danes) despierta, pero es demasiado tarde, ve cómo su amado muere de pena por ella y se suicida con la pistola de Romeo. De fondo suena "Liebestod" (Muerte de amor) de "Tristán e Isolda".

La música de Wagner se utilizó durante época nazi deliberadamente con fines propagandísticos. Como por ejemplo en el documental de Leni Riefenstahl "El triunfo de la voluntad", una película de glorificación del congreso del Partido Nacionalsocialista que utiliza el potente lenguaje musical del coro "Wach auf" (Despierta) de la ópera "Los maestros cantores de Núremberg".

El visionario Charlie Chaplin se burló de todo ello. En 1940 interpretó al tirano antisemita Adenoid Hynkel en su sátira "El gran dictador", parodiando el culto nazi a Wagner en una de las mejores escenas de la historia del cine: Hynkel baila en su despacho con un globo terráqueo al son del vibrante preludio de la ópera "Lohengrin". Salta con devoción y ensimismado. Megalómano, hace malabares con el globo terráqueo... hasta que este estalla.